Hace un tiempo que la selección Argentina está inmersa en una gran refundación, y aunque ahora es difícil hacer un análisis de estas eliminatorias atípicas en medio del COVID19, algo que sí puede resaltarse, es que por más que el cuerpo técnico de Lionel Scaloni tenga en claro que el recambio llegó para quedarse, el funcionamiento del equipo deja dudas.
Analizando los planteles anteriores, está claro que los jóvenes dejaron de ser el futuro para convertirse en el presente. Quedó atrás esa defensa que titubeaba, ahora de la mano de Martínez Quarta, Montiel y Tagliafico, el resguarde del área argentina parece aclararse un poco más. Hay que resaltar también que, De Paul y Paredes, dos jóvenes con presente europeo, se entienden muy bien y se perfilan como el doble cinco titular de ahora en más. Además mucho se pidió por el rodaje de Lautaro Martínez, y finalmente los frutos están brotando poco a poco, ya que Messi está encontrando ahí un apoyo permanente y un socio para que los ataques de Argentina sean determinantes.
Pero el objetivo de Lionel Scaloni no debe ser solamente armar un equipo de nombres, porque está en evidencia que los apellidos juveniles ya están, ahora su responsabilidad deberá ser acomodar a todos los jugadores para que puedan conectarse entre sí. Él deberá determinar si coloca un futbolista que distribuya la pelota entre las líneas con pases filtrados, o bien que se acostumbren a coordinar para que el balón llegue a todas las áreas del campo. Siempre se dijo que para la selección no hay tiempo de probar, pero esa afirmación es incorrecta; todos los equipos necesitan afianzarse, jugar juntos y tener rodaje.
Esos últimos puntos dependen del técnico, y como vimos en ocasiones anteriores, fue él quien había realizado cambios inentendibles en situaciones complejas, dejando en claro que no sabía a qué jugaba su equipo. Eso debe cambiar si pretende obtener algo, porque el funcionamiento depende de cómo exprese sus ideas a sus jugadores. Como se mencionó antes; se pedía sangre joven y esta es la base de la cual se va a partir, entonces con eso asegurado, es responsabilidad de Scaloni hacer funcionar el equipo.
Por Lucía Alexander (@luciaalexander_)
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