El reciente campeón de la Liga ACLAV dará sus primeros pasos en la Selección mayor.
En la casa de los Armoa se respira voley, y Manuel lo siente desde que es muy chico. Hijo de Carla y de Fabián, el joven de diecinueve años, que ya es figura en UPCN y pretendido por clubes del exterior, se sinceró y habló de todo; sus sensaciones después de salir campeón, expectativas de cara a la concentración con la Selección Argentina, el futuro del voley en el país, y más.
Para empezar a hablar de él, hay que tener en cuenta varias cuestiones, y una de ellas es que en el Mundial Sub 21 del año pasado, formó parte del grupo que obtuvo el cuarto puesto y fue distinguido como uno de los mejores puntas del torneo, estando en el equipo ideal. Esta será la primera vez que el nacido en 2002 se codee con los medallistas olímpicos, y aseguró que “el objetivo a corto plazo es la Selección, espero poder hacer un buen papel en los entrenamientos que no van a ser muchos de cara a las competencias”.
“Mi objetivo de esta concentración es poder estar en consideración. Aunque sea chico siempre apuesto a lo máximo”, expresó el punta y afirmó que espera “estar a la altura de los mejores” sin que lo sorprenda la velocidad y el nivel de juego de los armadores. En dichos entrenamientos ya sin Sebastián Solé, que anunció su retiro del seleccionado, el juvenil utilizará el número 11 en su camiseta.
Armoa fue una pieza clave en la serie final de la Liga ACLAV, en la cual luego gritaría campeón con el Gremio, pero el equipo tuvo algunos altibajos que hicieron bajar el rendimiento. “En el primer partido habíamos tenido un buen voley, en el segundo yo estaba distraído por cuestiones personales y no tuvimos el nivel que veníamos haciendo en los playoffs, caímos en un juego feo”, resalta Manuel acerca de los dos encuentros disputados en Buenos Aires ante Ciudad.
Lo cierto es que desde afuera, pareciera que para un equipo que ganó nueve veces la Liga Argentina, tiene dos títulos sudamericanos y dos medallas de bronce en el Mundial de Clubes, la cuestión psicológica debería ser fácil, pero no lo es. “Este año hubo muchas discusiones en el equipo, no tenemos psicólogo deportivo, pero siempre los jugadores de mucha experiencia ayudan al cuerpo técnico. El equipo es muy fuerte desde lo mental, pero hay veces que parecemos Sub 15 con tantos enojos y pelea”, explicó Manuel.
El rol de las autoridades
Hay una cuestión innegociable, y es que cuando hay interés y apoyo de los actores gubernamentales, todo se hace mucho más fácil para los deportistas. “Acá en San Juan es todo basado en el deporte, hay becas para los atletas de alto rendimiento, el márketing”, explica Manuel y afirma que lo notó apenas llegó a UPCN. Afirma que “todo es de primera calidad; los dirigentes, los utileros…” y sin dudas eso repercute directamente en el equipo. “Lo único que tenes que hacer es meterle dos horas a full al entrenamiento y después tenes todo perfecto en este club y en esta ciudad”.
Estos puntos hacen a la profesionalización, lo cual le permitió al club poder ponerse firme en medio de una pandemia, para disputar la Liga aunque sean pocos los equipos que participen. “Argentina tiene suerte de tener un club como UPCN”, dice Manuel. Además, sin dudas que es un factor clave a la hora de analizar la hegemonía de un tiempo a esta parte, y el porqué de las nueve ligas obtenidas.
El voley como bandera
En el mundo del deporte hay muchos padres que comparten la pasión con sus hijos, y los Armoa no son una excepción. Lejos de vivir eso como una presión, Manuel lo disfruta y le saca el máximo provecho. “Mi papá es un gran entrenador, estamos todo el día hablando de voley. No lo siento como papá en la cancha, tal vez es un poco más intenso conmigo pero nada fuera de lo común”, explica.
Como otros en su misma situación, ha tenido que escuchar duras críticas por “ser hijo de…”, pero si bien el punta aseguró que en su momento “era complicado”, “hace tiempo que lo estoy demostrando en la cancha, y haciéndome valer por mi persona”. Con diecinueve años Manuel asegura que hoy tiene la ventaja de pasar mucho tiempo en familia, además porque su mamá, que también jugó al voley, lo sigue a todos lados. “Lo vive de igual manera que yo, espero que me siga acompañando por mucho tiempo más”, sonríe.
¿Su futuro, dentro o fuera del país?
Si bien aún es muy joven, lo cierto es que la calidad técnica que tiene le permite pensar en continuar su carrera en el exterior. Ha recibido ofertas de los mejores clubes del mundo, y aunque afirma que “es una felicidad que me tengan en cuenta, a la hora de estar en la cancha no voy a entrar ni a un saque. Hay jugadores con muchísima experiencia, quizás pueda crecer pero lo que necesito es jugar”.
En su carrera deportiva aún falta un montón por recorrer, y lo que él quiere ahora es continuar en Argentina al menos una temporada más, porque quiere “afianzarse mejor”. Además, según cuenta, él está “en el mejor club, y se va a armar un buen equipo con muchos objetivos”.
Comentarios
Publicar un comentario