Ante el retroceso anunciado por el Gobierno en el decreto que permitía la apertura de las iglesias, entre otros rubros, en medio de la cuarentena por COVID-19, los sectores religiosos comienzan a reaccionar.
Imagen del día de ayer en la Iglesia Redentor
La realidad es que la situación sanitaria de la Provincia de Santa Fe no se compara en lo más mínimo a la de Buenos Aires, ya que desde que se inició la pandemia en nuestro país, se detectaron solamente 282 casos positivos de coronavirus en toda la provincia, por lo cual se encuentran más avanzados en su superación.
Todo el revuelo en dicha provincia comenzó el día lunes, cuando el presidente Alberto Fernández y el gobernador Omar Perotti en linea, habían decidido la apertura de shoppings, bares, casinos y comunidades religiosas mediante el Decreto 487/20. Siguiendo con esa nueva normativa, apenas habían pasado veinticuatro horas, cuando las iglesias, sobre todo evangélicas, decidieron abrir sus puertas para albergar a sus más de trescientos fieles después de casi cuatro meses.
Todo esto se vivió bajo un clima de total tranquilidad y de manera muy organizada, hasta que el día martes a altas horas de la noche, el Gobierno hizo correr la voz de que el decreto no era tal, de que se trataba de una mala interpretación del texto original, y que en realidad se trataba de la autorización de reuniones religiosas de hasta 10 personas. No hizo falta mucho para darse cuenta que este último permiso ya está vigente desde hace un mes.
Ante esta situación que despertó la inquietud y descontento por parte de los pastores y los fieles, hubo una iglesia que no se quedó de brazos cruzados, e hizo valer su propósito por el cual abrir sus puertas nuevamente. Este fue el caso de Iglesia Redentor, que decidió reabrir su templo convirtiéndolo en un bar a modo de reclamo, porque claro, éstos sí fueron habilitados a abrir respetando el “distanciamiento social” en medio de la cuarentena. En la ingeniosa manera de protestar, los pastores se vistieron de mozos, y en las bandejas cargaban una biblia porque "no solo de pan vivirá el hombre" señalaron.
“¿Ahora si podemos abrir gobernador Perotti?” se manifestaron los pastores en las redes sociales, en plena referencia a la decisión de la gobernación de la provincia de Santa Fe de dar marcha atrás a el decreto número 487/20 en la parte en que permitía la habilitación de nuevas actividades como las celebraciones religiosas.
Además en el día de ayer, la Iglesia en cuestión ubicada en la ciudad de San Lorenzo, cumplió 75 años y sus habituales concurrentes decidieron celebrarlo de esta manera, apoyándose en el derecho que los avala en el artículo 14 de la Constitución Nacional el cual afirman que no se respeta.
¿Qué se dice en ese artículo?
“Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender”.
“Queremos ejercer nuestro derecho constitucional de practicar nuestra Fe. Nos preocupa que cercenen nuestros derechos”, concluyó el pastor Daniel Cattaneo en la reunión ante los fieles.
La realidad es que el reclamo efectuado desde la iglesia evangélica, se vio más que claro el reflejo que en caso que se apliquen correctamente los protocolos correspondientes, las comunidades religiosas pueden cumplir su derecho de seguir asistiendo libremente a las cuestiones ligadas a la fe, al menos en esta provincia que tiene altamente controlado el avance de la pademia. Porque si pensamos un poco, la fe es uno de los grandes pilares en muchas personas y grupos, que hoy en día con la situación de crisis sanitaria mundial, se ven muy afectados por no poder concurrir a sus cultos. Entonces me parece muy pertinente el reclamo efectuado desde la Iglesia Redentor en la provincia de Santa Fe, y además cabe resaltar la manera pacífica en la que se manifestaron, tanto los pastores como todas las personas que asistieron.
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