Ver el “Blacks lives matter” en todos los partidos de fútbol, si bien me parece una buena iniciativa para visibilizar que el racismo existe en el mundo, creo que es hipócrita que se haga desde este deporte que desde siempre ha mostrado a través de sus hinchas, que la discriminación está presente.
Es cierto que este homenaje tras el brutal asesinato de George Floyd en Estados Unidos en manos de las fuerzas policiales, es impulsado por las instituciones y jugadores que quieren mostrar su respeto, y no así por los hinchas; porque todos los que amamos el fútbol nos damos cuenta que, al menos en Sudamérica, la mayoría de los insultos y “chicanas” que se dicen hacia los rivales nacen del racismo.
Negro de mierda. Boliviano. Peruano. Son algunos de los términos que se escuchan en las canchas de fútbol, “que feo es ser bostero y boliviano” dice una canción, “son de Bolivia y Paraguay” dice otra... Racismo y xenofobia en su máxima expresión. El día del asesinato de Floyd, las redes sociales se llenaron de mensajes e imágenes que intentaban acompañar el dolor tras lo sucedido; pero pocos prestaron atención a que quienes postearon algo al respecto, seguro tienen rasgos de xenofobia en sus vidas.
Quien no haya tenido alguna actitud de racismo en su vida, que tire la primera piedra. Pero acá lo importante es darse cuenta, revertir la situación y nuestro pensamiento, leyendo, informándonos, e intentando comprender que todos somos distintos, y que no por esas diferencias hay que discriminar al otro.
También quiero detenerme a hablar de la homofobia, que por supuesto está presente en cada partido, sea la división de que sea. “Son todos putos”, “canten putos”, son frases más que comunes en el ámbito de este deporte. ¿Alguna vez vieron algún jugador de fútbol manifestar su homosexualidad? ¿No será por la represión que sufrirían en el ambiente? ¿Alguien se puso a pensar en eso? Porque si sos macho, si sos hombre, “si tenes huevos”, tenes que jugar al fútbol, sino, “sos re puto” y te condenamos.
Con esto no quiero generalizar, incluyendo a todo el sexo masculino en la misma bolsa, simplemente pongo sobre la mesa un problema real, de hace muchísimos años pero que actualmente se sigue replicando en el mundo del deporte; la discriminación. Me parece que en este contexto de pandemia y confinamiento mundial, es un buen momento para replantearnos estas cuestiones, y los valores que se promueven desde el ámbito deportivo.
Si hablo de discriminación, automáticamente se me viene a la cabeza el ejemplo de la disciplina femenina, que aunque las mujeres juegan al fútbol desde hace mucho tiempo, aún luchan por la visibilización.
En este fútbol femenino semi profesional en el que está sumergido Argentina, cada vez se ve más en claro la falta de equidad. Poca cantidad de contratos por equipos, bajo salario, televisación casi nula, partidos en horario laboral, y si se quiere se pueden seguir enumerando ítems.
Con todo esto, lo que quiero resaltar es la hipocresía que se maneja desde todos los ámbitos. Hoy el fútbol, levantando la bandera del antiracismo. Ojalá que esta situación de solidaridad y empatía permanezca en los jugadores y sea transmitida de manera eficaz a los aficionados cuando estos vuelvan a llenar un estadio.
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